viernes, 27 de marzo de 2020

LA ESCRITURA CURA Y DURA. LITERATURA PARA UNA CUARENTENA

OS INVITO A MANDARME TODAS VUESTRAS REFLEXIONES DE ESTOS DÍAS DE CONFINAMIENTO POR EL CORONAVIRUS. CUALQUIER FORMATO DE ESCRITURA ME SIRVE.

43 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, Concha.
Enhorabuena por esta iniciativa en este "tiempo extraño"
Te envío mi último poema, de ayer mismo. Va dedicado a la solidaridad de estos días. Paco Checa
¡Qué llaga asida en el alma
me corrompe,
por fuera y dentro!

Soledad, angustia,
dolor de mugre,
rabia con sal
y cieno.
Amor por fuera…
llanto por dentro.

Soñar juntos,
soñar que se nos fue el miedo.

Llaga gimiente
como una bendición.
Resplandece,
se alarga
y mientras huye
cultiva musgo,
plena de cieno:
en el norte de tus ojos vive,
al sur de nuestros labios muere.

Misteriosa en cautiverio.
Desde cada balcón
miradas en las que nos quiso derrotar el frío.

Rojas miradas para vivir
y llorar,
para lanzar aquella llaga al viento,
justo antes de alcanzar el paraíso.

tula dijo...

Francisco, muchas gracias por compartir.

tula dijo...

Mi contribución de hoy es esta.

CONVALECENCIA
Y por fin salió el sol, creo que andaba descorazonado, o quizás sintió miedo.
Hoy, más reconfortado, echa de menos la ropa tendida y la sacudida perezosa del gorrión.
Hoy, cómplice, celebra el descanso de la madre tierra.
26 de marzo del 2020

Unknown dijo...

Hola, Concha.
Mi Contribución

Todo pasa y todo queda

Cuando veo aquí pasar un nuevo día
Organizando, confinado, mis fotos,
Repasando los libros de toda una vida,
Objetos con mimo guardados, hermosos,
No alcanzo a entender la situación,
A veces creo que todo es un sueño
Vertiginoso, quizá una mágica ilusión,
Invento de una mente llena de miedo.
Recuerdo lo cotidiano y lo añoro,
Una y otra vez en mi mente lo recreo,
Sí, pasa rápido el tiempo, o eso espero.

Salvador Huertas García
24-03-2020

tula dijo...

Gracias Salvador. Cuando todo esto pase, nos quedarán las palabras de verdad.

Cristóbal dijo...

Al despertar esta mañana, no me he mirado en el espejo. A decir verdad, nunca lo hago. No sé si recordé pasar el peine por el pelo. Mi pelo, debe estar enmarañado y largo a estas alturas de la cuarentena. Por cierto, ¿por qué se llama cuarentena si no sabemos cuánto dura? Lo dirán luego en las noticias, esas que como siempre no veré. ¿Para qué? Eso sí que es una maraña de mentiras.
Tampoco recuerdo con claridad si ha sido hoy cuando me he duchado, o quizá fue ayer. ¡Qué más da si mi olor corporal no es agradable! Total, estoy en casa, solo y sin compañía. Algo se mueve en la cocina. Se llevan mi pan. ¿Tuve yo alguna vez una mascota? ¿Qué es eso? ¿Un bicho? Son hormigas. Se quedan mirándome. Lo mismo si sigo así, las hormigas de la cocina se empoderan y publican un Real Decreto. Cualquiera puede hacerlo ya. ¿No?
¿Qué ropa llevo puesta? ¿Qué ropa voy a llevar puesta? La misma que ayer, la misma que la de anteayer y la misma que la de mañana. O lo mismo voy desnudo. Tampoco lo sé, porque no me he mirado en el espejo.
Me he tomado unas tostadas riquísimas en la cafetería que hay al salir del dormitorio, al fondo del pasillo. Si a la izquierda o a la derecha, ahora mismo no importa. Y creo que es de la misma propietaria que el baretillo donde cené anoche que está justo al lado, saliendo del pasillo hacia atrás.
¡Por todos los coronavirus del mundo jugando al parchís! No tengo comida ni dentro ni fuera de la nevera. El último trozo de tostada me lo ha robado una aviesa amiga de lo ajeno de seis patas. En fin, no le arriendo la ganancia. Estaba duro, muy duro.

Cristóbal dijo...

Sí. Me armaré de valor y saldré a la Catedral del Santo Grial, o lo que es lo mismo, al Mercadona. Me he lavado las manos con gel durante un minuto y después con el gel alcoholizado de esos. Después he abierto la puerta y he bajado la escalera agarrado a la barandilla. Mal, mal y mal. He subido a casa y me vuelto a lavar las manos. Esta vez, he bajado por el ascensor. No tengo guantes, pero he trincao una bolsa a modo de protección. Soy un genio. He repetido la subida y la bajada un par de veces más, más que nada por hacer tiempo. Tampoco tengo mucho que hacer después. Ya abajo, hay un vecino con un perro en la puerta, tratando de entrar. Y ahora, ¿quién entra primero? Urbanidad, pero si pasa por mi lado le toso. Gano yo, y salgo primero. Me aseguro de que en mi largo camino hacia Santus Petrus catedral, unos doscientos metros, nadie se interponga en mi camino. Tampoco hay nadie en las encrucijadas ni coches en la calle. Cruzo sin mirar el semáforo. ¿Cómo era eso de los colores? No me acuerdo bien o como casi todo, no me importa.
Ya he entrado. A izquierda, enemigo, a la vista. A la derecha, no hay nadie. Giro hacia allí. Me santiguo en la pila bautismal y me lavo las manos, otra vez. ¡Mierda! Me he lavado las manos con la bolsa puesta. Desde la lejanía todos me miran. Nos buscamos con los ojos para no coincidir. Cada uno compra lo que tiene en su sector. No quería alcachofas, ni tampoco pimientos pero es lo que me queda. Salgo muy feliz porque he encontrado una bandeja de hamburguesas con un verde algo especial, no precisamente color esperanza. Me he colocado en la línea de salida, como si una carrera de Fórmula1 se tratase. Desde lejos, sin mirarnos, como autómatas he soltado mis opíparas viandas en la cinta. He pagado con tarjeta, por supuesto. Nadie habla, nadie se mira, todos huyen hasta de sí mismos. Y yo, he hablado e incluso le he sonreído a la cajera. Sus ojos me han reprendido por mi exceso pero una leve sonrisa se ha asomado en la comisura de sus labios, o al menos eso creo yo, porque con la mascarilla es difícil verlo claro.
Satisfecho, victorioso y triunfante he hecho el camino de vuelta. He vencido a la señora que se ha cruzado de acera. ¿Dónde están mis guantes? ¿Llevaba…? Sí, seguro, era una bolsa. Ningún incidente hasta casa.
Ya estoy dentro. He vuelto a lavarme las manos cinco o tres veces, tampoco tengo claro cuál de los dos es mayor. Se me ha olvidado lavarme con hidromiel, o quizá se llamaba de otra manera. Tampoco lo sé. Hay griterío en la cocina, pero estoy demasiado cansado para volver a pelear en otra Gran Guerra. Me voy a la cama. Ya comeré mañana. Antes de dormir, me he acordado que hoy tampoco me he mirado en el espejo.

Anónimo dijo...

Dejo mi granito de arena

A mis hijos,

Amanece un nuevo día,
Con tus ojitos lindos lo miras,
Al cantar de los pajaritos
Tu sonrisa preciosa se ilumina,
Mami quiero subir a las nubes,
Y pasearme por el cielo,
Porque el tacto de mis dedos,
El roce de las nubes quiero,
Y sigue tu sonrisa,
Llena de felicidad,
Porque la inocencia de un niño,
No se puede comprar,
Especial y bonito,
Tus palabras son mi cobijo.
CRISTINA.

Silvia Hernández dijo...

La soledad de estar acompañado.
Acompañados de nada, necesitados de todo.
El mundo se ha parado porque me he parado yo, no tengo miedo al peligro, tengo miedo de saber quién soy realmente, de conocerme.
La soledad de estar acompañado.....acompañado de mi.
Pensamientos que rebotan en mi cara, ya no salen al mundo, el mundo se ha parado, y me he parado yo.
La soledad de estar acompañado, acompañado de mi y de mis anhelos.
Reajustes.....ahora soy lo que me dejan ser...pero no es mi elección.....es la condena que debo pasar hasta ver la luz....luz de una segunda oportunidad .
La soledad de estar acompañado, de tiempo, tiempo en soledad.

Silvia Hernández dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Silvia Hernández dijo...

Misión olvidó.
Deshacerme de tu piel que está bajo mis uñas.
Resetear mi memoria plagada de ti .
Aprender a andar sin el bastón de tu compañía.
Sonreír sin que seas el motivo.
Infinitas posibilidades da el comenzar de nuevo, sumo experiencias de tu paso por mi, porque ya no soy la misma, soy YO más la suma de tu vida junto a mi. Debo confiar en que ésto me sea útil, para sonreír con experiencia al futuro. El árbol que me cobija ahora en esta soledad aún triste, me seguirá dando sombra en lo que me espera tras mi vida sin ti......vida añorante, vida feliz por lo vivido, vida con ansias de vivir.

Anónimo dijo...

Una triste situación,
Se apodera de mi corazón,
Quizás lamentos de mi alrededor,
Hacen tener lo peor...
La felicidad está cerca,
Y no la valoramos,
Solo cuando estamos angustiados,
Nuestra querida libertad añoramos,
Espero que este trance termine,
Pues el sufrir de los míos,
En sus ojos desbordados,
Se definen...
Y por fin veremos el sol,
Y con delicadeza
Mi profunda mirada,
Se perderá ante su resplandor...
CRISTINA

Anónimo dijo...

En un momento pensé
Que sentí un gran dolor,
Y al despertar,
Me di cuenta
Que solo era,
una horrible intuición,
O Quizás tristes lamentos,
Que hacen sufrir,
A este pobre y triste corazón.
CRISTINA

Ana María Aguilera Clement dijo...

Porque a veces, es mejor encontrar que haber encontrado...

Porque nunca, es mejor correr sin haber andado...

Porque siempre, es mejor amar...
que haber amado.

ANA

Paqui Robles dijo...


Papel higiénico

El viernes 13 salí del trabajo con la sensación de que tardaría mucho tiempo en volver.
De camino a mi casa, repasaba mentalmente las cosas fundamentales que podía necesitar si la reclusión se alargaba y los comercios se mantenían en servicios mínimos.
-“Lo primero, es que vayas a tu médico para que te de indicaciones sobre qué hacer en estas circunstancias; ¡que eres de riesgo, bonica! y ¡déjate de compras! que ya resolveremos sobre la marcha”.- Esa era la idea que me venía dando vueltas en la cabeza desde el día anterior, en el que se habían hecho públicas por parte de las autoridades, las primeras medidas para frenar la expansión viral.
Era el momento de hacerle caso a mi insistente “Pepita grillo”. Dejé el coche en el parking, cerca de la consulta y me dirigí a ella con paso acelerado por lo justo de la hora, pero también porque las noticias que venía escuchando en la radio me habían generado una inquietud incomprensible: La gente se había echado a la calle de forma masiva a comprar víveres, agua, medicamentos y….¡papel higiénico! montañas de papel higiénico en los carritos de la compra. Al salir del subterráneo lo pude comprobar y sentí una mezcla de extrañeza y susto.
No hubo suerte con el médico; ya se había marchado. Me acordé una vez más de lo que me había dicho en la última visita, veinte días antes – “¡¡¡Esto es una pandemia!!!”- y cómo yo lo tomé por un “exagerao”.
En la calle me invadió la pena, o me dio un bajón…. ¡no sé! Y me asaltó la imagen de los carros como torres de papel higiénico, papel higiénico, ¿papel higiénico?....papel, ¡¡PAPEL!!…. ¿me queda algo en casa? ¡Y ya era la una y media! ¡Tenía que darme prisa…!.
Entonces recordé que muy cerca, en la otra acera, había un establecimiento. Crucé rápidamente la calle. ¡Estaba abierto!
Tengo que reconocer que compré de forma compulsiva. Cuando salí por la puerta, la sonrisa feliz me llenaba la cara.
Compré libros. El papel que mejor me limpia el alma.

Paqui Robles.
19/03/2020

Basilio, profe dijo...

Abro los ojos.
Empiezo a acariciar mis pies uno con otro. El silencio más absoluto hace que piten mis oídos.
Subo la persiana. Aun no ha amanecido.
Me tranquilizo: Esto ya lo hacías antes. Siempre has madrugado bastante.
Los gatos andan por el jardín, saltan las tapias, salen a la calle.
Seré gato en otra vida. Sería gato ahora mismo.
Apago la luz. Vuelvo a la cama.
Cubro mi rostro hasta la boca con el edredón. Enorme máscara. Si saliera envuelto a la calle con él, sería inmune a todo, como Superman.
Anda, duérmete otra vez.
(¡Uf! Casi me asfixio con el jodido edredón)
Y van 9 días

Basilio, profe dijo...

Producir

Las palabras habituales pasan desapercibidas y con frecuencia camuflan su verdadero significado arrolladas por el fragor de la inmediatez. Hoy domingo de cuaresma, quise decir cuarentena, el alba me trae de nuevo un yin y un yan. El mirlo del jardín se desgañita buscando pareja, ajeno a la estupidez humana. Por contra, la prensa reflexiona sobre el impacto económico y la caída en la producción mundial que el puñetero virus ha producido en todos los productos, se produzcan aquí o allá.
«Pro+ ducere», o sea, adelante + conducir, guiar, llevar... La respuesta está en la definición, como el acertijo infantil sobre el color del caballo blanco de Santiago. ¿Qué es producir, llevar adelante? Eso exactamente. Pues produzcamos y hagamos que el ser humano se encamine hacia adelante. Han sido demasiados años de avanzar en la dirección errónea , de olvidarnos del trino de los mirlos que siempre deben sonar en nuestro interior. El desarrollo económico, el crecimiento como único grial en la sociedad capitalista, la producción como el totem alrededor del cual hemos bailado inconscientemente tanto tiempo, debería reubicarse en su justo lugar, que no es el actual. Covid 19 es el nombre que le hemos dado pero, el suyo verdadero es Productor, el que nos conduce, ojalá, hacia un nuevo futuro más humilde y menos arrogante frente al Planeta. ¡Ah, que lo olvidaba! Gracias, Horacio, Virgilio, Tito Livio, Ovidio siempre ahí, como un buen fondo de armario.
Bdias

Basilio, profe dijo...

Producir

Las palabras habituales pasan desapercibidas y con frecuencia camuflan su verdadero significado arrolladas por el fragor de la inmediatez. Hoy domingo de cuaresma, quise decir cuarentena, el alba me trae de nuevo un yin y un yan. El mirlo del jardín se desgañita buscando pareja, ajeno a la estupidez humana. Por contra, la prensa reflexiona sobre el impacto económico y la caída en la producción mundial que el puñetero virus ha producido en todos los productos, se produzcan aquí o allá.
«Pro+ ducere», o sea, adelante + conducir, guiar, llevar... La respuesta está en la definición, como el acertijo infantil sobre el color del caballo blanco de Santiago. ¿Qué es producir, llevar adelante? Eso exactamente. Pues produzcamos y hagamos que el ser humano se encamine hacia adelante. Han sido demasiados años de avanzar en la dirección errónea , de olvidarnos del trino de los mirlos que siempre deben sonar en nuestro interior. El desarrollo económico, el crecimiento como único grial en la sociedad capitalista, la producción como el totem alrededor del cual hemos bailado inconscientemente tanto tiempo, debería reubicarse en su justo lugar, que no es el actual. Covid 19 es el nombre que le hemos dado pero, el suyo verdadero es Productor, el que nos conduce, ojalá, hacia un nuevo futuro más humilde y menos arrogante frente al Planeta. ¡Ah, que lo olvidaba! Gracias, Horacio, Virgilio, Tito Livio, Ovidio siempre ahí, como un buen fondo de armario.
Bdias

Anónimo dijo...

voy a empezar en el ipep de Almería tuve maestra grandiosas: como Heraclia o lola lengua y literatura y matemáticas aplicadas a las ciencias sociales respectivamente, yo sufrí maltrato pero a que no sabieis quien soy ni os importa desde que nací me pegaron me vejaron quien fue preguntara alguien mi padre sufrí maltratos soy mitad gitano y mitad payo no se ni escribir a duras duras penas lo hago, diriais porque mientras todos jugaban yo recibía palizas para ir a ver a mi padre tengo una hermana menor prefiria ir yo, no ella aunque sabia lo que iba a recibir puñetazos, decir si es que parecía maricón ...etc pero un profesora me dijo que me tenían que domesticar palabras textuales no voy a decir nombre e bebido y no lo niego no una si no dos botellas no lo niego por eso escribo decidme cobarde me la suda pero sabes lo peor que sigo al pie del cañón sin amigos sin familia no
¿porque? dirán algunos lo diré porque soy anónimo y solo esto lo enviare a una persona y no por clemencia si no para que vea que lo que hago es involuntario con esto no digo que me merezca el perdón de dios si no que que quiero que me traten como una persona no por sexo si no como persona en esta cuarentena solo me a trajo sufrimiento ojala nadie reciba lo que recibí perdón por las comas pero me cuestan solo quiero expresar mi malestar sintiéndome la ultima mierda y fijo que si supieseis quien soy no lo imaginaríais gracias al que lo lea y os deseo lo mejor

Anónimo dijo...

Ahora mismo me encantaría se un árbol,un árbol inmenso, en mitad de un bosque salvaje. Para que la lluvia me cayera encima y el viento me revolviera la hojas y así sentir que soy libre.


Maravillas

tula dijo...

NO PONGAS TUS SUCIAS MANOS SOBRE MOZART

No pongas tus manos sobre mi pensamiento.
Ayúdame a limpiar mis intransigencias.
Calcula la distancia que recorre mi sonrisa.
Piensa en el que dejaste atrás.
Saca las palabras que te callaste.
Ahoga la hipocresía.
Extermina mi racionamiento.
Deja a la tierra descansar.
Por ti, por mí, por aquel.
Repasa los pronombres.
Rescata la ropa usada.
Saca las fotografías de lo que pudimos ser.
No pongas tus sucias manos sobre la primavera,
deja que Mozart nos la traiga.

Roquetas de Mar, 20 de marzo de 2020
Concha, profe

Lola Rodríguez dijo...

Lola Rodríguez
Aquí va mi pequeña aportación a este cajón maravilloso

QUE LLEGA EL CORONAVIRUS

Aún recuerdo esas primeras noticias que nos llegaban de China, un virus, como una gripe es poco letal pero se contagia pronto, qué raro que por una gripe no salga nadie de casa, no haya colegios, se pare la vida, lo veíamos muy lejano.
Parece que hay algún caso en Italia, eso está más cerca que China, pero no aquí no va a llegar , ¿porqué no voy a poder salir a pasear? y llegó y nos está enseñando que todo es posible, que la vida se puede parar y esas cosas que eran impensables que dejases de hacer no las haces y no pasa nada, el reloj sigue marcando su tiempo.
y llegó el momento del aislamiento social de la solidaridad de héroes anónimos que luchan día a día por vencer a este pequeño gran enemigo. Pero hoy 24 de Marzo es una fecha muy importante para mí, el cumpleaños de mi madre, 85 años, se dice pronto y en medio de esta pandemia, ella sola en Granada, luchando contra este enemigo misterioso que la mantiene encerrada en soledad.
Final de la jornada, yo enfadada porque esta nueva forma de trabajo es estresante, mi marido porque su jefe no los deja en paz, mi hija porque no puede ver a sus amigos y amigas y no puede salir a dar un paseo por la playa.
Vamos a llamar a la abuela por video conferencia que hoy es su cumpleaños, y ahí está sola, recluida en su casa y ahí está en la pantalla del movil con una gran sonrisa, al hablar con ella contándonos a lo que se dedica nos hace reir, "este mediodía me he hecho unos canapés y me he tomado un poco de vino de una botella que sobró de Navidad de las que trajo tu hermana y me he cantado el cumpleaños feliz".
Qué maravilla, hoy para mí, mi heroína es mi madre, sóla, recluida pero como siempre enfrentándose a todo con amor, dulzura y esa sonrisa que nos da energía a todos para seguir adelante.
ÁNIMO, estoy segura que con amor y solidaridad vamos a ser capaces de vencer cualquier enemigo por muy invisible que sea.

tula dijo...

Lola: he llorado un poquito al leerte, solo un poquito.

tula dijo...

LOS IMBÉCILES

Y quise navegar por los siete mares,
y pescar ballenas en Terranova.
Cogí ostras con perlas en el Índico y
naufragué frente al Cuerno de Oro en Estambul.
Me bañé en las playas de Haití,
oí el canto de las sirenas en Mikonos…
Pero un día, miré a mi alrededor, no vi a nadie, y me comí la última tableta de chocolate que nos quedaba.
Mi hija lloró de impotencia.
Terranova, Estambul, Haití, asesinos en serie…
Una madre y un hijo frente al televisor…
Y van 9 días…tras la lluvia, el mismo sol de siempre.

Basilio construye un barco de madera, Cristóbal manda mensajes subliminales y todos seguimos pensando en nuestra isla desierta

Unknown dijo...

Hola a todas y todos.
Vuelo a entrar en este cajoncito, para ejercer mi cura.
En este enclaustramiento -que de momento llevo con suficiente dignidad- me ha dado por escribir... así que ahí va un poema:

ESPERANZA


Esperanza se escribe con E.
Con 'e' de espera,
's' de sueño -y solidaridad-.
Hoy, con 'p' de peligro -y de pedir lo público-.
Esperanza se escribe con E,
con 'e' de enfado -pero con energía-.
Con 'r' de rabia -y con razones-.
'A' de la angustia que nos atenaza -que es 'a' de alegría-.
Con 'n'.
Esperanza se escribe con 'n' de nadie -porque somos todos-.
Esperanza se escribe con la 'z' de cielo -como Letizia-.
Con 'a' de admiración, de agradecimiento, aplausos.

Esperanza se escribe con la v de verdad,
la i de ilusión, la r de ratio y la u de urgencias.
Esperanza se escribe con s de salvación.

Esperanza que se escribe con E,
como Amor.

Paco Checa

Roquetas de Mar
(14º día de confinamiento,
28 de marzo de 2020).

Anónimo dijo...

En mis sueños...
Entre mis sueños buceo,
Y mil momentos siento
Ni siquiera podría imaginar
Lo que me río en ellos...
Quisiera poder abrazar
Y sentir esa felicidad
Pero siempre está el despertar
Que se apodera de la realidad
Y entonces volvemos a empezar.
CRISTINA

Anónimo dijo...

A mi hijo especial,,

Tu mirada profunda
Me produce paz,
Se que no te gusta mirar
más bien prefieres observar,
Estas genial,
todos estos años
Hemos sido un gran equipo
Y con lucha y sacrificio
Lo hemos conseguido,,,
Seguimos en una línea
Recta, cuadriculada y con agendas
Por las mañanas...
Poco a poco,
Podrás superar tus miedos
sino, mama estará a tu lado
Para calmar tus altibajos
Y por fin podré ponerte
La ropa sin problema
Y esa hipersensibilidad
por fin se vaya con la edad,,,
Terapia tras terapia,
Seras siempre
Mi gran desafío.
Mi amor y dedicación,
A ti,MI PEQUEÑO.
CRISTINA

tula dijo...

Gracias Cristina

Cristóbal dijo...

No vamos a ser mejores después de todo esto. No fantasees con ingenuas presunciones. Olvidaremos pronto lo ocurrido y volveremos a nuestros temores y ambiciones. Es posible que cambiemos algo durante un tiempo, nadie sale indemne de la batalla, pero en todo caso no será para mejor sino para volvernos más egoístas y desconfiados, creyendo que eso nos protege. Tomaremos más precauciones, pondremos más distancia y erigiremos barreras. Seremos más recelosos e incrédulos, buscaremos salvar lo nuestro y miraremos con desdén lo ajeno. Escocerán de vez en cuando las heridas, sangrarán a veces los recuerdos, pero seguiremos adelante sin detenernos a pensar en lo que perdimos, fingiendo que no tenemos miedo, y ni siquiera nos preocupará tener sucias las manos o la conciencia. Cuando todo esto pase, quedará en nuestro interior un recuerdo lejano y enseguida nos olvidaremos de los más necesitados, abandonaremos los buenos deseos, dejaremos de ayudarnos y no visitaremos a los abuelos. Volveremos a tener prisa, encontraremos mil excusas para no hacer lo que queremos y no tendremos tiempo ni ganas para tomar un café o dar un beso. Seguiremos creyendo que somos los mejores y nos merecemos todo lo que tenemos y que lo nuestro debe ser siempre lo primero. Despreciaremos a quien no ha logrado todo lo que nosotros hemos conseguido y trataremos con soberbia al diferente. Veremos el peligro en cada esquina, en cada rostro, en cada piel, sobre todo si es distinta a la nuestra, y exigiremos y criticaremos constantemente a aquellos que hoy aplaudimos. Pediremos que nos arreglen lo nuestro y nos despreocuparemos de los problemas ajenos. Puede que las buenas intenciones nos duren unos días, unas semanas a lo sumo, pero acabaremos comportándonos igual que siempre y creyendo que nunca más va a pasar nada malo. No, no vamos a ser mejores, ni más generosos ni afectuosos ni sinceros. Volveremos a ser los mismos pobres cretinos de siempre, incapaces de ver más allá de sus narices. Aprenderemos una gran lección que olvidaremos en dos días, aunque no quieras creerlo, tú y todos, y yo el primero.

tula dijo...

Cristóbal:¿ Cómo te has atrevido a escribir esto? ¿ Cómo te has atrevido a retratarnos tan duramente? ¿ Cómo te has atrevido a tener tanta razón?

Cristóbal dijo...

Ya sabes que siempre fui un loco atrevido y sonriente

Anónimo dijo...

Ni siquiera un simple adiós,
Todos las personas que este fatídico
Virus se está llevando
No tienen ni el honor ni el derecho
De su despedida
Ni siquiera pueden verlo.
Tristeza solo siento tristeza
Una muerte solitaria, sin tus seres queridos,,,,
Que sensación más dura,
Y nos quejamos de ¿estar encerrados?
Somos muy afortunados
Y no lo aprovechamos.
CRISTINA

tula dijo...

Sí, somos afortunados.

Anónimo dijo...

¿Sientes miedo?
Es la lucha entre la vida y la muerte
Estas preocupada
Tienes un nudo en el estómago
Se dicen datos,que son personas
Que cada persona es una historia
Una vida,
Decidí no ver la tele
Mentalmente es mejor
Desconectas casi de todo
Y me centro en casa
En disfrutar de lo que hace tiempo
No disfrutaba
De besar de abrazar de hablar hasta de bailar,, jeje
Con el ritmo de vida que llevamos
cada vez hay menos tiempo,,
De estar en familia,
Y ahora lo disfruto mucho más..
Estoy feliz
Aunque no os engaño
También te sientes Cansada, se me acaban las ideas con los peques
Y tengo poco tiempo para mi
Por no decir ninguno
Pero seguimos en pie
Como siempre luchando hasta el final.
Soy muy afortunada.
CRISTINA

Unknown dijo...

Hola a todas/os
Ya lo sabéis: LuisE Aute nos ha dejado (físicamente).
Mi juventud también me permitió bailar con sus canciones, y cantarlas. Desde "Al Alba"... a "Las cuatro y diez"...
Así que, una de dos, o le escribía un poema, o me ponía a escuchar su música.
Viendo la no incompatibilidad...
Estaba escribiendo un poema y no me podido hacer otra cosa que mandarle, con un guiño, ese "Buen viaje, maestro. Gracias por tanto!!"
Este es...


SI TE DIJERA AMOR MÍO QUE LLEGA LA MADRUGADA…


Aunque se hunda en el asfalto la belleza…
(Luis E. Aute)


Si te dijera, amor mío, cómo será
mañana
tu primer abrazo,
¿con qué mano lo describirás?
¿Sabes de quién será la espalda?

¿Hasta dónde llegarán tus labios,
que hieren como amenazas?
Ojalá que yo, declarado culpable
de dormir soñando
que tu nombre besa mi boca,
recale entre tus sábanas.

¡Ojalá que aparezcas!
¡Ojalá no me haya ido!

Y tu primera voz, tras el amanecer,
¿será un no de viento
o el mejor sí de la mañana?

¡Qué terriblemente absurdo es,
hoy,
estar pegado al cristal de la ventana!
Cuando cierre el alféizar
donde tanto tiempo posamos,
cuando se abran las puertas
para asaltar la noche y el alba,
¿dónde envolverás el humo de los bares
y el virginal ruido de las cloacas?

¿Con quién, cuando no haya trincheras ni infortunios,
volveremos al tajo de los días?

Presiento que, tras la noche,
quizá no sepamos dónde amarrar
la extrañeza de vivirnos tan cerca.

Y ahora, con estos ojos
vuelvo a preguntar:
con tantas franquicias rotas
y todas las bocas abiertas,
¿dónde quedarán los excesos
de aquel desastre?
¿Los cosiste a la mochila?

¿Has pensado cuándo será
que te vuelvas a exclamar,
¡me estoy volviendo loco,
quiero volver a casa,
necesito mi sofá!?
Quizá comprendas tu refugio
de un mundo que no entiendes.

Nos recordaremos comiendo a deshoras,
hablar a deshoras,
dormir a deshoras,
bailando a deshoras…
reír y llorar a todas horas.

¡Qué encantador oírte reír!

Sábado, mañana afónica
de lluvia y viento…
como si adivinaran nuestros designios.
Nocturno palimpsesto, una de dos:
u olvidamos las mañanas de ayuno
y este mal humor tras las cortinas
o volvemos a amar al aire libre.

Y yo prefiero amor, amar,
incluido en el extraño tiempo
de esta sociedad de aplausos.

Amar con la misma posibilidad
de contagiarnos el arrojo que el miedo,
pero con la certeza de que en cada mirada
hallaremos la belleza.


Paco Checa

Roquetas de Mar
(21 día de confinamiento
04 de abril de 2020)

Cristóbal dijo...

Es un error convertir tu vida en una sala de espera. Pensar continuamente en lo que haremos “cuando pase todo esto" mientras nos entretenemos con ocupaciones vanas que no nos complacen. Hacer planes magníficos que nunca cumpliremos, mirar el calendario a cada instante intentando que pasen rápido los días. No podemos dejar que transcurra el tiempo sin más, despreciando el presente en pos de un futuro incierto. No tiene sentido poner los ojos en el mañana sin preocuparnos por los que podríamos estar haciendo ahora en lugar de lamentarnos. Durante unos días he cometido ese error común y me he dejado dominar por el miedo y el deseo por lo que vendrá. He recorrido las horas con angustia imaginando posibles escenarios desoladores y he sentido la urgencia de que el tiempo pase. Pero a partir de ahora, queden los días que queden, voy a centrarme única y exclusivamente en el momento presente, dejaré de hacer planes y conjeturas e intentaré sacar todo lo bueno que mi realidad me permita, sin aplazar placeres ni pretender acelerar el tiempo, sin hacerme trampas para engañarme a mí mismo con promesas falsas, sin prisas ni imposiciones pero con todas mis ganas. Por fortuna no tengo mucho por lo que lamentarme. Lo que haya de ser será y quien no esté hoy tampoco estará mañana. Esta es mi vida actual y no reniego de ella. Este abril hermoso y cruel. No voy a dejar que nadie me lo robe.

tula dijo...

Pues siento desobedecerte: te robo un montón de pensamientos.

Basilio, profe dijo...

Carpe diem

Salvador Huertas García dijo...

Y mañana la triste realidad.
Mi vivienda está situada frente a un colegio. Hoy acaban las vacaciones de Semana Santa. Mañana tendría que volver la actividad a ese complejo educativo, el murmullo de la gente al entrar o salir, los gritos de los niños y las niñas en el recreo, el timbre que indica el cambio de clase. ¡Cómo desearía que eso fuera así! Desgraciadamente, mañana, igual que los 30 días anteriores, sólo se oirá el silencio. El maestro y la maestra cambiarán el uso de la tiza y la pizarra por el teletrabajo, seguirán con sus denodados esfuerzos por hacer llegar sus enseñanzas a los alumnos, pero muy lejos de su entorno natural, el aula.

Docente, gloriosa profesión. Quisiera aportar con estas dos pinceladas mi agradecimiento y orgullo por esta profesión. El siguiente epigrama de un autor latino llamado Marcial, que tradujimos cuando estudiábamos COU, con nuestro profesor D. Valentín, auténtico artífice de mi amor por estas enseñanzas. En el texto se expresa el malestar del poeta por vivir cerca de una escuela en la que impartía sus clases un maestro, que gritaba profundamente.





Quid tibi nobiscum est, ludi scelerate magister,
invisum pueris virginibusque caput?
nondum cristati rupere silentia galli:
murmure iam saevo verberibusque tonas.
tam grave percussis incudibus aera resultant,
causidicum medio cum faber aptat equo:
mitior in magno clamor furit amphitheatro,
vincenti parmae cum sua turba favet.
vicini somnum — non tota nocte — rogamus:
nam vigilare leve est, pervigilare grave est.
discipulos dimitte tuos.Vis, garrule, quantum
accipis ut clames, accipere ut taceas?



¿Qué tienes tú con nosotros, criminal maestro de escuela, persona odiosa para niños y muchachas? Todavía los crestados gallos no han roto el silencio: ya atruenas con tu cruel murmullo y tus azotes. Así de insoportable resuenan los bronces al ser golpeados los yunques, cuando un artesano acopla a un abogado a su caballo; menos estruendoso suena el griterío enloquecido en el gran anfiteatro cuando los seguidores animan a su escudo que está venciendo. Los vecinos pedimos —no para toda la noche— dormir, pues estar despierto es soportable, desvelarse es insoportable. Despacha a tus alumnos. ¿Quieres, charlatán, cobrar por callar lo que cobras por gritar?

Más recientemente he releído algunos poemas de Antonio Machado, y me ha llamado la atención esta caracterización de una clase.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto a Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
“mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón”.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

Salvador Huertas García
12-04-2020

Anónimo dijo...

Entre mis pensamientos, me acordé que tuve una tertulia con una gran amiga mía hace unos tres meses, y ahora me viene a la mente por que dice mucho de cómo reaccionaremos a partir de ahora cuando podamos salir a la calle.
Un jueves al mes siempre nos reunimos,en una taberna preciosa de madera que hay cerca de casa, el sitio siempre lo elijo yo,es muy acogedor,me gusta,Suelo llegar la primera, la guarderia de Mateo esta a dos calles, ellas tienen que bajar del colegio tardan más, a Joel yo ya lo he llevado más temprano, al aula matinal,porque la niña me gusta llevarla al instituto por las mañanas, la carretera principal para cruzar es peligrosa.
Ya en la cafetería, ante la espera,saco mis dulces que previamente he comprado la tarde anterior, pues los miércoles es obligatorio terapias y aprovecho para ir a la Dulce Alianza, a darme un capricho.
Solo pido café y espero.
Por fin aparecen por la puerta, es mi momento, risas, tonterías, movidas, nos olvidamos un poco de todo,,,bueno el día a día, es jueves y llevamos un mes sin vernos, la cosa se alargará.
Y llega la tertulia, me dice mi gran amiga Cristina que se llama como yo, y es de los molinos como yo; tienes que entender Cris (ella me llama así), que no ha todo el mundo nos gusta la forma de saludar con los besos, abrazos y contacto físico como a ti,,, y yo le digo, llevo un mes sin verte, me sale solo ir a darte un beso..me dice hay personas que no nos gusta ese contacto y no quiere decir que quieran menos que tu,,bueno tuvimos un buen rifi-rafe, yo claramente le dije que soy muy besucona, cariñosa y no lo puedo evitar,,,ella no lo entiende, como hay confianza, yo le recrimine,cuando te vea te quedarás con los dos besos plantados y te aguantarás ,entre risas estuvimos toda la mañana.
Ahora si me pregunto a mi misma, cuando empecemos a recuperar nuestra libertad,tendré que cambiar mi forma de ser por esta caprichosa pandemia,,,?
Tomaremos distancia los unos con los otros, perdiendo nuestra esencia..?
Creo que no seremos los mismos
Algo ha cambiado
Y tardaremos en recuperarnos de este duro golpe.

mAMEN dijo...

Magnífica iniciativa Concha, hoy en el día de la Creatividad y de la Innovación hago mi pequeña contribución en estos días en los que lo importante es HACER QUE CADA DÍA CUENTE.

¿Quién nos iba a decir que necesitábamos parar? En este mundo cada vez más acelerado donde apenas quedaba tiempo para reflexionar sobre lo que verdaderamente importa: la VIDA y la dignidad de las personas.

Parar para respirar, parar para cuestionar, parar para soñar, parar para crear, parar para enfocar, parar para cuidar, para para reconocer, parar para compartir, parar para aplaudir... y ¿por qué no? Parar para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida que al final son las más gratificantes en días como hoy.

Escuchar la lluvia y los pájaros de fondo es uno de los mayores regalos que podemos percibir de nuestra madre Tierra, la gran olvidada por la manipulación que sufrimos hacia el consumo desmesurado e inconsciente.

Aprender a cocinar nuevas recetas y disfrutar de nuestro tiempo y dedicación creando nuevos platos y saboreándolos con todo el detenimiento del mundo. Somos lo que comemos, ¡no lo olvidemos!

Meditar, visualizar y pensar que un mundo mejor es posible, solo hay que ver la bondad y la voluntad de los que hoy nos dan una lección de vida, los que luchan en primera línea y sueñan con que este COVID19 acabe y nos haga ser mejor de lo que fuimos antes de que esta pandemia llegara a nuestras vidas y nos hiciera repensar todo nuestro sistema.

Agradecida por poder seguir aprendiendo de todos vosotros con iniciativas tan estupendas como esta.

¡Ánimo y un abrazo enorme compañer@s!

tula dijo...

Un abrazo grande

tula dijo...

Hoy he releído este poema y me ha gustado más que ayer.